Queridos hermanos y hermanas:
Os enviamos nuestro saludo y nuestros mejores deseos desde Esztergom (Hungría), sede del 47º Capítulo General de la Orden de las Escuelas Pías, convocado desde la propuesta y desafío de ser mejores “Discípulos y Testigos” del Señor en medio de los niños y jóvenes, especialmente entre aquellos que más lo necesitan.
Como sabéis, el Capítulo General nos ha pedido servir a las Escuelas Pías desde la Congregación General, para acompañar la vida de la Orden y de cuantos os sentís convocados a caminar con nosotros. Nos presentamos ante vosotros con sencillez, cercanía y disponibilidad, para ponernos a vuestra disposición en todo lo que vivís y soñáis, buscando siempre el bien de la Obra de Calasanz.
Queremos ofreceros nuestro compromiso y nuestra disponibilidad. Sabemos que lo que se nos pide es un servicio, y lo que remos hacer con plena dedicación. Deseamos trabajar como lo haría Nuestro Santo Padre, fiados plenamente en la Misericordia de Dios, con afortunado atrevimiento y tesonera paciencia1. Buscaremos trabajar con escucha y discernimiento fraterno, con oración y actitud de búsqueda de la voluntad de Dios.
Trataremos de dar lo mejor de nosotros mismos, y pediros a vosotros lo mismo: disponibilidad, trabajo, amor por la Orden, compromiso misionero, intensidad vocacional, camino intensamente compartido entre las diversas vocaciones escolapias, alegría vocacional, búsqueda honesta y sincera de una vivencia plena, íntegra y humilde de nuestra vocación.
Nos sentimos llamados a impulsar en las Escuelas Pías una renovada cultura vocacional y formativa; una clara construcción de comunidades cristianas escolapias; un renovado esfuerzo misionero para consolidar y extender el sueño de Calasanz; una vida comunitaria que sea, en verdad, signo humilde y honesto de los valores del Reino de Dios y, sobre todo, unas Escuelas Pías deseosas de entregar la vida por la educación de los niños y jóvenes, y de manera especial por los más pobres.
A todos os convocamos, hermanos. Y al servicio de todos nos ponemos. Contad con nuestra oración, y orad por nosotros, para que podamos ser fieles al encargo recibido.
Ponemos este sexenio en las manos de Dios, bajo la intercesión de María, Reina de las Escuelas Pías, y de Nuestro Santo Padre, San José de Calasanz.
Dios os bendiga a todos.
P. Francisco Anaya, Asistente General por América
P. Pierre Diatta, Asistente General por África
P. József Urbán, Asistente General por Asia
P. Miguel Giráldez, Asistente General por Europa
P. Pedro Aguado, Padre General