Hay ocasiones en que un acontecimiento irrumpe en la historia y marca un antes y un después: algo así se ha producido estos días en Bogotá.
18 escolapios, religiosos y laicos, de las distintas demarcaciones de América se han encontrado el 27 y 28 de febrero y 1 de marzo para poner las bases del inicio del Movimiento Calasanz en América y en el mundo.
La sintonía en la relación personal y en los planteamientos pastorales, la vivencia del compartir el trabajo de cada demarcación, el descubrimiento de que nos encontramos ante un elemento clave para la revitalización de las Escuelas Pías, la actitud de agradecimiento por este don del Movimiento Calasanz, la conciencia de nuestra responsabilidad para ponerlo ya en marcha, han sido algunos de los elementos que definen estas jornadas.
Hemos descubierto que el Movimiento Calasanz es una pieza que nos ayuda a encajar otras grandes opciones de las Escuelas Pías de hoy: la mentalidad de Orden, el trabajo vocacional, el avance en la integración carismática y la misión compartida, la centralidad de la pastoral de procesos en nuestro ministerio,…
Queda ahora el reto de implicar a cada una de las Demarcaciones, con las personas y órganos que la conforman, para iniciar este Movimiento que lo definimos como opción de las Escuelas Pías para impulsar los proyectos educativos y pastorales, en todas las edades, en clave de cultura vocacional, con ofertas de desembocadura escolapia (especialmente en la vida religiosa y la Fraternidad), en red con las demás demarcaciones.
Gracias por vuestra aportación Javier (USA y Puerto Rico), Emmanuel, Paco, Mauro (México), Javier, Yefry, Adrián, Juan Carlos (Centroamérica y Caribe), Diego, Juan Fernando, Santiago, Marco (Nazaret de Colombia y Ecuador), Juan Mari, Fernando, Mauricio (Brasil – Bolivia), Pedro (Chile), Guillermo y Javier (del equipo coordinador).