El pasado fin de semana tuvo lugar el Encuentro de Fraternidades de la provincia escolapia de Betania, que convocó a más de 120 escolapios, religiosos y laicos. En torno a la idea de Betania como “casa común”. Durante tres días los participantes disfrutaron de tiempo para compartir, conocerse, celebrar y preparar la celebración de Pentecostés que dará nacimiento a una única fraternidad, la de la provincia Betania. El encuentro contó con diferentes momentos para conocerse y reflexionar y contó con la participación de Javier Agudo que ofreció algunas claves para interpretar “la casa Betania” a la luz del Evangelio. Cada uno de los tres días se ha celebrado en colegios diferentes, de forma que los asistentes han podido conocer los 3 colegios que las Escuelas Pías tienen en Valencia, el de la Malvarrosa, el San José de Calasanz y el más antiguo de todos –con más de 275 años–, el Real Colegio de las Escuelas Pías conocido coloquialmente como “Carniceros”.
Vale la pena. Y es posible
Tres días intensos… que aún se evocan con el regusto de una experiencia que cala, hasta tocar el corazón. Y así a la memoria vienen los gestos, los detalles sencillos, las palabras de Javier Agudo, la alegría del compartir inquietudes y dudas, la determinación de saberse juntos, en camino. Y la riqueza, ¡sí! La riqueza de acoger en casa, de conocerse para entrar en ese estrecho círculo compartido de lo íntimo, que es el espacio también del amor insospechado.
Re-encontrarse con los más conocidos, conocer nuevas vidas (¡bienvenida Marta!)… y los nanos correteando, de punta a punta del patio. Paella, playa, sorpresas del karaoke…
Y rezar, ponerse en manos del Padre, para después construir juntos, codo con codo, esta casa, Betania, que es descanso y también un medio donde Él se hace presente. Y soñar juntos, celebrar la vida. Y que solo nazca el agradecimiento (“gracias, gracias gracias…” sigo susurrando, sin parar), porque esto vale la pena. Y es posible. Unidos en Calasanz y conscientes de que “estamos x Él”.
Pepe Montalvá