El 16 de noviembre de 1965, pocos días antes de la clausura del Concilio, cerca de cuarenta padres conciliares celebraron una eucaristía en las catacumbas de Domitila.
Pidieron «ser fieles al espíritu de Jesús», y al terminar la celebración firmaron lo que llamaron El Pacto de las Catacumbas. El «Pacto» es una invitación a los «hermanos en el episcopado» a llevar una «vida de pobreza» y a ser una Iglesia «servidora y pobre» como lo quería Juan XXIII.
Los firmantes –entre ellos muchos latinoamericanos y brasileños, a los que después se unieron otros– se comprometían a vivir en pobreza, a rechazar todos los símbolos o privilegios de poder y a colocar a los pobres en el centro de su ministerio pastoral.
Han pasado casi 60 años… y sigue siendo un «pacto» que nos interpela a todos.
Encontramos el documento en https://www.escolapios21.org/wp-content/uploads/2023/02/Pacto-de-las-Catacumbas.pdf