CUARESMA 2013 – Una lección de austeridad
No se trata de discutir sobre ritos, comidas y bebidas. Sabemos bien que «el Reino de Dios no es comida ni bebida» (Rm. 14,17); que «no somos menos porque no comamos, ni somos más porque comamos» (ICor. 8,8); y que «el no tomes, no gustes, no toques, son cosas destinadas a perecer» (Col. 2,21-22). Se trata de valorar la austeridad como un camino de libertad y de amor, o, lo que es lo mismo, como un medio para conseguir más humanidad.
Esta enseñanza de la austeridad nos viene hoy a contrapelo. La religión que impera actualmente en la mayoría de los países es el consumismo. Sus invitaciones son irresistibles y sus razones son poderosas: «Consume y sé feliz». El consumo es necesario, porque calienta los motores económicos. El consumo satisface las necesidades y los deseos. El consumo significa progreso y alto nivel de vida.
La peor de las drogas
Pero esta religión del consumismo es idolátrica, y por lo tanto engañosa y cruel. Engañosa, porque la satisfacción de los deseos -casi siempre provocados artificialmente- no engendra felicidad y, a veces, ni siquiera placer; lo que produce desencanto e insatisfacción. Cruel, porque el ídolo consumista castiga con la esclavitud y la dependencia. Es la peor de las drogas. En vez de vivir, te des-vives. Corres locamente, como el galgo en el canódromo, detrás de una liebre llena de serrín. Cruel también porque esta ansiosa persecución de las cosas engendra enormes injusticias y desigualdades sociales.
«No se trata de una liberación de nuestras carencias, sino de nuestro consumo en el que acabamos por consumirnos nosotros mismos» (R. Bahro-R)
La felicidad, canción del alma
Contra la ley del consumo el miércoles de ceniza nos predica austeridad. Nos enseña que no es más feliz el que más tiene, sino el que menos necesita; que no es más libre el que más consume, sino el que más comparte; que no es más hombre el que más engorda, sino el que más crea. La felicidad no es producto de consumo, sino canción del alma; no entra de fuera adentro, sino que sale de dentro afuera.
Llamada de atención
Ayunar y abstenerse de comer carne. Más que una ley es una llamada de atención, un signo pedagógico. Ayunamos para la libertad y el amor, para liberarnos de las cosas y compartirlas. Si no es así, mejor que no ayunes, porque ese ayuno legalista serviría para tu propia autojustificación. Si te conformas con ayunar, crees que llegas al límite del cumplimiento, cuando no has empezado ni el catón; crees que agradas a Dios, cuando no eres más que un esclavo de la ley. El yugo y la carga de Jesús no son ayuno y cenizas. El ayuno y la ceniza que Dios quiere ya están claros desde Isaías. Te lo traduzco hoy en el siguiente decálogo.
El ayuno que Dios quiere
- 1. Que no seas esclavo del consumo, los juegos, las modas, que no hagas gastos superfluos. Propuesta:
revisa tus gastos semanales y elimina algún gasto.
2. Que tus inversiones las pongas en el banco del tercer mundo y en la cuenta corriente de los pobres. Propuesta: no sólo seas socio/a, haz un depósito de ahorro en Fiare.
3. Que ofrezcas tu tiempo al que te lo pida. Propuesta: participa esta Cuaresma como voluntario/a un día, por lo menos, en Aukera u Ojalá.
4. Que prefieras servir a ser servido. Propuesta: atento/a a todas las posibilidades de servicio en casa, a esas tareas que a nadie le gustan ni nadie ve.
5. Que tengas hambre y sed de justicia, que te comprometas en la lucha contra toda marginación (estar atentos a las iniciativas sociales de denuncia…). Propuesta: ver el documental: «Con tu dinero» y saca conclusiones para tu vida. http://opcionzaqueo.site90.com/?p=1599
6. Que te abstengas de tanta TV., ordenador, teléfono… Propuesta: busca 1 ó 2 días de retiro personal en esta Cuaresma en el que desconectes de todo para Conectar con Dios.
7. Que te abstengas de palabras ociosas y necias (evita la maledicencia, la crítica destructiva,…). Propuesta: queda con alguna persona de la Fraternidad de la que hayas pensado o hablado mal en algún momento para interesarte por su vida.
8. Que te alimentes de la palabra de Dios (cuida tu oración diaria…). Propuesta: llama a algún/a zaqueo para quedar un día y tener un rato largo de oración (puedes ir a la capilla de la comunidad religiosa) o lee algún libro de espiritualidad durante estas semanas (puedes consultar a Zaqueo para buscar sobre un tema que te interese).
9. Que comas la carne de Dios (participa de la Eucaristía). Propuesta: recuerda la importancia de la Eucaristía, comprométete a reservar los sábados que quedan en esta Cuaresma y los días de Pascua. Lee antes las lecturas y prepárate para recibir a Dios.
10. Que valores más la calidad que la cantidad (valora más las consecuencias de lo que compras que su precio). Propuesta: los viernes de cuaresma ayuna gastando más en comida de lo normal consumiendo productos de comercio justo o comercio local y sostenible. Estarás contribuyendo a un mundo más justo y el dinero de más que gastes quítatelo de otros gastos más superficiales.
Elige tres puntos (o más) de los diez y concrétalos esta Cuaresma. Póntelos como meta para prepararte para la Pascua: escríbelos y ponlos en la agenda, en la mesa de trabajo o en la nevera para recordártelo y compártelo en tu comunidad.
Recuerda que «somos lo que hacemos y sobre todo lo que hacemos para cambiar lo que somos» (Galeano)