“Vive Cristo, esperanza nuestra. Todo lo que Él toca se hace nuevo y se llena de vida”. Así comienza el Papa Francisco su exhortación apostólica a los jóvenes y al Pueblo de Dios. Queremos hacer nuestras sus palabras, dirigidas especialmente a los jóvenes, y asumirlas como desafío y compromiso escolapio.
Este es el mensaje central de nuestra fe y el anuncio gozoso de la Pascua: Cristo, muerto en la cruz, resucitado para nuestra salvación, vive para siempre y nos llama a la vida plena.
A todos los que formáis parte de esta pequeña parcela de la Iglesia que son las Escuelas Pías, os enviamos este mensaje de felicitación y de alegría compartida. Deseamos que esta Buena Noticia se viva y se recree en todas las comunidades religiosas y de la Fraternidad, en todas las presencias escolapias, en vuestras familias, y en todos los niños y jóvenes por los que trabajamos cada día. ¡Cristo vive, esperanza nuestra!
Celebrar la Pascua nos ayuda a ser conscientes de la fuente de nuestra vocación, de nuestro carisma y de nuestra misión. Las Escuelas Pías existen para servir a la causa de la educación integral, una educación inspirada y sostenida desde la fe en el Resucitado. Por eso, en estos días de Pascua, renovamos nuestro compromiso de seguir construyendo el Reino a través de los niños y jóvenes.
¡Feliz Pascua de Resurrección!